Polígono ofrece productos tecnológicos de calidad a un público amplio, desde individuos hasta grandes corporaciones, a través de una atención personalizada y cercana. Nuestra premisa fue crear una marca con pocos elementos, que fuera simple e intuitiva, para lo cual elegimos una única tipografía y exploramos las variantes de un único color (azul) que elegimos junto con el cliente, ya que le gustaba que la inspiración viniera del fondo del océano, y eso también disparó la creación de los gradientes.

En todo momento pusimos el foco en mostrar el lado humano, la cercanía del acompañamiento humano en todo el proceso de compra, que ablandara un poco la marca. También trabajamos mucho el partido verbal, generando links al significado del nombre (polígono como figura geométrica) y jugando con sus posibles connotaciones en el mundo tecnológico.