A fines del 2021 nos convocaron del Paseo la Plaza con la idea de crear un pasaje gastronómico en una parte del paseo, donde hasta el momento había locales comerciales. Las premisas que nos plantearon fueron las siguientes: por un lado, crear una identidad que cuente un poco la historia del lugar, su emplazamiento sobre la emblemática Avenida Corrientes y su conexión con el teatro; y por otro lado, que fuera bien moderna, minimalista y funcional. Ésto último, refiriéndose a la necesidad de tener una marca que pueda contener 10 propuestas gastronómicas diferentes en un mismo espacio, cada cual con su identidad propia.
Lo que nos propusimos fue unir teatro y gastronomía de una manera lúdica, pensando un nombre simple y cercano con una cuota de picardía: la palabra manducar procede del latín manducāre, que significa masticar. Proyectamos una identidad con una impronta porteña, que respetara nuestra idiosincrasia y a la vez la actualizara. Tomamos elementos clásicos de la Avenida Corrientes como la jarra-pingüino, el vino, la soda, la pizza y el café, retratados con un lenguaje visual contemporáneo. Utilizamos una tipografía pesada y con mucha personalidad para los números, que contrasta mucho con la sans serif noble y clásica que elegimos para el resto del sistema. El toque final a lo tipográfico se lo dá la intervención en el tamaño y la ubicación de las letras, que da la sensación de que las palabras estuvieran siendo recitadas, como si tuvieran distinto volúmen, algunas incluso gritando.
Nos inspiramos mucho en el mundo del espectáculo para darle a Manduca una voz particular, una forma de hablar traída de otra época, con humor y mucha personalidad porteña. Usamos dos colores, negro y un blanco sucio/cálido, para cumplir con la premisa de que Manduca sea una marca madre, capaz de englobar propuestas muy variadas, desde Los Platitos hasta Let it V, Koko o San Paolo.
