Fare significa hacer en italiano, e implica darle forma a algo. Ese algo es parecido a la pizza, pero no, es pinsa romana: cambia la formulación, la fermentación, la cocción y la forma. Nuestro objetivo fue que el nombre sirviera de disparador para explicar todo lo que implica hacer una pinsa. Mientras que la mayoría de las pizzerías italianas toman el folklore napolitano como punto de partida, en este caso nos remontamos a los orígenes romanos de la pinsa.

Para la construcción del logo, nos basamos inicialmente en la idea de esculpir sobre la piedra, y luego lo fuimos ajustando a partir de inspiración cruzada: es fuerte, como la columna romana, curvo, como las ventanas del coliseo, y está salpicado de harina, porque está siempre cerca de la cocina. Nuestro equipo se ocupó de todo el desarrollo de la marca: desde el concepto inicial y la creación del nombre hasta la implementación de todas las piezas. Desde las redes sociales hasta la cartelería, pasando por las cajas de pizza y el menú, la dirección de arte de fotografía y los uniformes.